¿El objetivo?
¡Ser más productivo! Es decir: estudiar
en menos tiempo y sacar mejores notas. Sí reconozcámoslo, este es el
ideal, pero en la práctica, no es tan fácil. ¿Qué podemos hacer para ayudar a
nuestros hijos a estudiar y a memorizar de forma sencilla y en menos tiempo?
¡Ya está! ¡Pomodoro! No, que no se trata de hacer una pizza de merienda, sino de aplicar
esta fascinante técnica que inventó Francesco Cirillo allá por los años 80. Eso
sí, adaptándolo a los niños, ya que él lo creó para chicos de instituto y
universitarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario